En un sueño de palabras...

Nomen est fatum de Rosenda Ruiz Figueroa

7 sept 2017
Rosenda Ruiz Figueroa, autora de Nomen est Fatum


El 7 de septiembre de 2017, ante una entusiasmada audiencia, en el Centro Literario Xavier Villaurrutia se realizó la presentación de  "Nomen est Fatum", de la escritora Rosenda Ruiz Figueroa, editado por Kyra Galván bajo su sello editorial I-Kygai.
Un honor haber participado en el lanzamiento de un libro excelente en todos sus aspectos. Kyra Galván ha descubierto a una escritora extraordinaria.

Palabras para Nomen est Fatum
María García Esperón

Efectivamente, Rosenda Ruiz Figueroa, Kyra Galván, José Antonio Yáñez, queridos amigos: NOMEN EST FATUM. El nombre es el destino, como destino es que nos encontremos en esta tarde lluviosa de septiembre para celebrar la aparición de un libro y de un sello editorial muy especiales.

Si por nombre y por destino Rosenda defiende la buena fama y no acostumbra perder batallas, Kyra es brillante para los persas y Señora para los griegos y para nosotros es una escritora espléndida que incursiona en la edición y nos enriquece la vida publicando a una autora plena y poderosa.

Plena y poderosa en este libro de cuentos que recopila varios momentos de su vida, quizá varios estados de conciencia y en donde se muestra el dominio que tiene del arte de narrar, de encontrar en la cotidianeidad sus hilos misteriosos, de tomarnos por asalto desde la primera línea y no soltarnos sino hasta el final, de volvernos reflexivos ante los significados de los nombres. Con Rosenda comprendemos el sentido del verso de Borges: Como dijo el griego en el Cratilo, el nombre es arquetipo de la cosa. En las letras de rosa está la rosa y todo el Nilo en la palabra Nilo.

Pronuncia los nombres Rosenda. Devela lo que en ellos hay. Exorciza demonios. Rasga el velo de las apariencias. Sí, es demiurgo en las palabras. Une los tiempos y los mitos, estremecedora nieta de Kukulkán, fabuladora misteriosa ¿dónde entreviste a Carboncito, esa niña de fuego que se llama Rocío? ¿Y la muerte? Si te la encuentras, con sus encajes tan catrina, ¿te revela cuántos años vivirás? ¿Y tu Dolorosa? ¿Esa Nekane que cree encontrar a su hija muerta tan solo para sufrir más? ¿Y los asesinos tan inocentes como el destino?

Ciencia ficción, también. Humanos robots poéticos. Experimentos. Neurociencia. Prometeo siempre se llamará Prometeo. Y Carlos, si se llama Carlos, será un hombre y un amante, aunque haya sido proyectado para ser robot.

Poseedora de la mirada oblicua, la que sospecha, la que desplaza la lógica hacia el logos de su origen, Rosenda nos sorprende varias veces en el transcurso de un solo cuento y provoca en nosotros la emoción intelectual de la buena literatura.
Gracias, Rosenda por escribir NOMEN EST FATUM. Que esta expedición de las milicias literarias sea exitosa.

Gracias, Kyra, por tu pasión por las letras y la cultura y por regalarnos con tu I-Kygai una buena razón para leer, para sentir, para soñar, para vivir.